Una fábrica clandestina de vinagre, que elaboraba de manera artesanal este producto en el patio de una casa y sin las más mínimas normas higiénicas, fue cerrada por el Grupo de Policía Ambiental y Ecológica  de la Metropolitana de Barranquilla, en coordinación con el Invima.

El vinagre conocido con El Cáliz era fabricado en la calle 114 con carrera 34 del barrio La Pradera.

Según la Policía, los uniformados y los  funcionarios pudieron evidenciar las malas prácticas de manipulación de alimentos en el lugar.

En la casa se incautaron 90 botellas de 2.000 ml , 264 botellas de 500 ml, 6 pimpinas de 20 litros, 3 pimpinas de creolina de 20 litros y 10.000 etiquetas adhesivas; lo cual no contaba con el registro sanitario para la fabricación  del producto.

El Invima, de acuerdo con la Policía,  realizará la destrucción del producto con el fin de no ser comercializado en tiendas de la ciudad y municipios de la Costa Atlántica,  según lo estipulado en la Ley 9/ de 1979 Código Sanitario Único y la Resolución de 2013 la cual manifiesta que todo producto comestible o alimentos deben contar con los respectivos registros sanitarios para su comercialización y consumo.

La Policía Metropolitana de Barranquilla  recomienda a la comunidad informar a la línea de emergencia 123 la procedencia de fábricas clandestinas de alimentos en los barrios  y evitar de esta manera la proliferación de enfermedades asociadas al consumo de estos, revisar las etiquetas y envoltura de los productos antes del consumo en donde pueden verificar las fechas de vencimiento y los permisos sanitarios antes de consumirse.